Se quejaba de ciertas cosas, pero en general, y ultimamente gracias a el, su vida estaba empezando a tener más sentido que nunca.
Eso era quizás lo que le atormentaba, acostumbrada a una existencia inestable en todos los sentidos y en el plano emocional concretamente, le resultaba difícil asimilar que todo iba bien. En su extraña cabeza cuando las cosas iban mal se lanzaba en torbellinos de ideas sin sentido hasta acabar exhausta, pero cuando todo iba bien no...se quedaba pensativa imaginando todo lo bueno que estaba por venir, toda lo que le quedaba por disfrutar, pero siempre le quedaba una pequeña pregunta, Por que a mi?? porque se me ha concedido el sueño tan anhelado de empezar a ser feliz??

Después de todo hay personas que saben valorar las cosas buenas y los pequeños detalles que ofrece la vida, he aquí la respuesta a su gran pregunta.

Así comenzó todo...

El otro día charlando con una amiga, tomando un café, me decía que era incapaz de cerrar algunas puertas, que no quería cerrar etapas que ya estaban algo gastadas quizás por miedo a que llegarán otras, llenas de incertidumbre que me asustaban.

Ayer me di cuenta, tiene razón.

Los tiempos pasados es mejor dejarlos atrás, por algo son pasado. Cerrar, dar carpetazo. Es difícil cuando te has sentido bien allí, cuando has disfrutado todo, cuando has creído que ahí eras y podías llegar a ser feliz para siempre.

Pero si no cerramos no dejamos que vengan cosas nuevas a nuestra vida, y yo necesito eso, sabia nueva, vida nueva, gente nueva, aires renovados.

Cuesta deshacerse, soltar lastre, pero se que una vez conseguido la sensación de libertad es brutal, y sinceramente, no hay cosas que más adore que ser y sentirme libre.

Yin Yang

Y te das cuenta, que en un segundo, puede cambiar tu visión de la vida, de las cosas que importan.

Y ese segundo, puede ser el más doloroso pero el más clarificador al mismo tiempo.

Como el bien y el mal...hay cosas que solo las separa una delgada linea.


Esa línea invisible al ojo humano pero que cruzamos constantemente hacia un lado y otro.

El amor duele...

Cuando termina una relacion, es dificil explicar ese vacio, tan dificil que solo lo entienden aquellos que lo han vivido en sus propias carnes.
Y te das cuenta de que los consejos que has dado durante toda tu vida, no sirven.
Y que eres incapaz de aplicarlos porque te sientes perdida.
Y que todo lo fuerte que esperabas ser en ese momento no lo eres.
Se desmonta toda tu existencia.
Como estar poseido por algo y desear que alguien venga y te saque ese dolor insoportable que te oprime el pecho.
Empiezas a saber lo que es el dolor. Esa sensacion de no poder respirar cuando piensas en el.
Haces cosas inexplicables hasta para ti misma, parece que te conocias muy bien y no, no te engañes, el amor te vuelve bipolar, absurda, a veces hasta tonta...

La vida son etapas, etapas que hay que quemar...

El otro día tomando café con una amiga, hablando de mis idas y venidas, me decía que mi gran problema era que, soy incapaz de cerrar algunas puertas, no quiero cerrar etapas que ya están algo gastadas quizás por miedo a que lleguen otras, llenas de incertidumbre que me asustan.

Ayer me di cuenta, tiene razón.

Los tiempos pasados es mejor dejarlos atrás. Por algo son pasado.

Cerrar, dar carpetazo. 
Es difícil cuando te has sentido bien allí, cuando has disfrutado todo, cuando has creído que ahí eras y podías llegar a ser feliz para siempre.

Pero si no cerramos no dejamos que vengan cosas nuevas a nuestra vida, y yo necesito eso, sabia nueva, vida nueva, gente nueva, aires renovados.

Cuesta deshacerse, soltar lastre, pero se que una vez conseguido la sensación de LIBERTAD es brutal, y sinceramente, no hay cosas que más adore que ser y sentirme LIBRE.

Reflexionando...

Un abrazo calma,
un abrazo duele,
un abrazo te revuelve,
un abrazo cura,
un abrazo mata,...

un abrazo une,
un abrazo rompe
un abrazo hace sonreír o...hace llorar...
Se logra tanto con este insignificante gesto y, lo compartimos tan poco...
Miedo de sentir bajo la piel.

 

Poema de la despedida

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizás no he de olvidarte, pero te digo adiós.

No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.

                                                                                                                            

José Ángel Buesa