16 de agosto de 2017


El otro día charlando con una amiga, tomando un café, me decía que era incapaz de cerrar algunas puertas, que no quería cerrar etapas que ya estaban algo gastadas quizás por miedo a que llegarán otras, llenas de incertidumbre que me asustaban.

Ayer me di cuenta, tiene razón.
Los tiempos pasados es mejor dejarlos atrás, por algo son pasado. Cerrar, dar carpetazo. Es difícil cuando te has sentido bien allí, cuando has disfrutado todo, cuando has creído que ahí eras y podías llegar a ser feliz para siempre.
Pero si no cerramos no dejamos que vengan cosas nuevas a nuestra vida, y yo necesito eso, sabia nueva, vida nueva, gente nueva, aires renovados.

Cuesta deshacerse, soltar lastre, pero se que una vez conseguido la sensación de libertad es brutal, y sinceramente, no hay cosas que más adore que ser y sentirme libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario